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Revelado

EL PROCESO DE REVELADO

EL PROCESO DE REVELADO

La fotografía en color requiere unos conocimientos básicos de fotografía en general, no necesariamente en blanco y negro, y después de esto, prepararse para un nuevo mundo en el que los grises van a ser traducidos a lo más parecido a la realidad, aunque los colorantes de una película o los "píxeles" de una foto digital nunca van a reproducir exactamente lo que ve el ojo humano.

El revelado de la fotografía en color no difiere mucho del revelado de la fotografía en blanco y negro e, incluso, hoy se puede realizar en forma casera sin gran desembolso. Lo que hace años era casi imposible de conseguir en el revelado de la fotografía en color hoy resulta muy fácil y requiere tan sólo un desembolso adicional pequeño.

Se puede revelar en cualquier hogar, distinguiendo las zonas de revelado y uso culinario. No hay nada que impida el revelado en color.

Basta la misma ampliadora que se usa en blanco y negro, a condición que tenga por lo menos un cajetín para introducir filtros de color que son de plástico o celulosa y muy baratos. Más avanzado es el uso de cabezal de color, que viene a ser lo mismo pero con la diferencia de no tener que buscar combinaciones de filtros de tres colores en grados de cinco unidades, sino que basta mover unas ruedas para hacer filtrados en grados de 0,1 para cada uno de los tres colores básicos para el sistema sustractivo: amarillo, magenta (rosa) y cian (azul cielo).

El laboratorio de color sólo requiere tres cubetas. Una para el revelador, otra para el blanquedador de color y otra para el humectante de papel color, también llamado conservante, producto a base de formol destinado a conservar los colores.

Se parte del problema de la temperatura de los líquidos, que no puede ser a temperatura ambiente como en negro. Hay que mantener el revelador por lo menos a unos 32 ºC lo cual ha sido el óbice para muchas generaciones de fotógrafos que optaron por el laboratorio pago o profesional porque no conseguían mantener esa temperatura, relativamente alta.

El revelado fotográfico es el proceso que hay que llevar a cabo para que la imagen en negativo impresa en la placa o película fotográficase haga visible.

Las operaciones a realizar son las siguientes:

  • Se pone el laboratorio en total oscuridad, sin luz roja ni de otro color, y se abre el chasis metálico para introducir el negativo en el carrete o espiral.
  • Luego se mete en el tanque o cubeta de revelado y se pone la tapa para poder seguir trabajando con la luz encendida. El revelado tiene que tener una temperatura entre 18 y 26 °C. Lo ideal es 20 °C. Si la temperatura es menor a 20 °C déle un minuto más cada dos grados de menos. Si la temperatura es mayor a 20 °C déle un minuto de menos por cada dos grados de más. Por debajo de 14 °C el negativo queda muy vulnerable.
  • Normalmente los fabricantes de reveladores ya indican, en unas tablas que acompañan al producto, los tiempos según la temperatura.
  • Tomadas las precauciones necesarias, se vierte el revelador en el tanque, sólo sacando la tapa que permite introducir el elemento químico sin que entre luz al negativo.
  • Se agita los primeros treinta segundos, y se apoya el tanque en la mesa, haciendo un golpecito y se prosigue agitando cinco veces cada veinticinco segundos hasta que se cumplan 7 minutos y ½.
  • Al terminar el tiempo necesario se tira el revelador y se pone el detenedor, también llamado "baño de paro", agitando durante por lo menos 30 segundos al principio, durante 2 minutos.
  • Se guarda el detenedor en su botella, ya que sirve por lo menos para diez rollos.
  • A continuación se echa el fijador agitando los primeros quince segundos, durante cinco minutos. Ya se puede abrir el tanque y lavar el negativo con agua corriente durante treinta minutos por lo menos. Del tiempo de lavado depende mucho la conservación.
  • Al terminar se da al negativo un baño humectante. Se deja actuar un minuto y se cuelga el negativo en un lugar que esté protegido del polvo y otras intoxicaciones: si se está apurado de tiempo es posible secarlo con secador de pelo y a más de 30 cm. Esto puede producir una menor calidad y es un método muy usado en los periódicos por la rapidez del secado.

Es importante tener mucho cuidado con estos pasos ya que un simple roce con una uña puede dañar todo el proceso.