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LECTURA FREUD

Las relaciones entre las formas artísticas y la sociedad.

   El gusto se forma en función  de sus condiciones de vida muy definidas que caracterizan la estructura social en cada etapa de su evolución.

   Cada sociedad produce unas formas definidas de expresión artística que, en gran medida, nacen de sus exigencias y de sus tradiciones, reflejándolas a su vez.

   Toda variación en la estructura social influye tanto sobre el tema como sobre las modalidades de la expresión artística.

    Las modificaciones de las técnicas de la obras de arte, comenzaron a transformar también los modos de expresión de una manera desconocida hasta entonces. Así se produce la parición, con el progreso mecánico, de una serie de procedimientos que alcanzarían una considerable influencia sobre la ulterior evolución del arte.

   Con la litografía se había dado un gran paso hacía la democratización del arte. La invención de la fotografía  fue decisiva en esa evolución.

   En la vida contemporánea, la fotografía desempeña un papel capital. Se ha vuelto indispensable tanto para la ciencia como para la industria.

   Desde su nacimiento la fotografía forma parte de la vida cotidiana. Uno de sus rasgos más característicos es la idéntica  aceptación que recibe de todas las capas sociales.

   Es el típico medio de expresión de una sociedad, se ha vuelto para dicha sociedad un instrumento de primer orden.

   Más que cualquier otro medio, la fotografía posee la aptitud de expresar los deseos y las necesidades de las capas sociales dominantes, y de interpretar a su manera los acontecimientos de la vida social.

   La importancia de la fotografía reside en el hecho de que es uno de los medios más eficaces de moldear nuestras ideas y de influir en nuestro comportamiento.

 

Precursores de la fotografía. 

   El retrato fotográfico corresponde a una fase particular de la evolución social.

   Mandarse hacer el retrato era uno de esos actos mediante los cuales los individuos de la clase social ascendiente  manifestaban su ascenso, y se situaban entre aquellos que gozaban de la consideración social.

   Esa evolución transformaba al mismo tiempo la producción artesana del retrato en una forma cada vez más mecanizada de la reproducción. El retrato fotográfico es el grado final de esa evolución.

   Una forma de retrato correspondía particularmente a tales exigencias: el retrato miniatura.

   Los retratos miniatura fueron una de las primeras formas de retrato adoptadas por la capa ascendente de la burguesía; significaron para ésta una manera de expresar su culto de la individualidad.

   El retrato miniatura, a medida que se extendía, se fueron convirtiendo en el arte menor más en boga.

   Hacia 1850, a raíz del definitivo asentamiento del orden de la sociedad burguesa y después que la fotografía privara a esa artesanía de toda posibilidad de supervivencia.

   La palabra silueta, que sirve para designar por extensión toda figura colocada claramente de perfil, nació a mediados del siglo XVIII.

   La silueta es una forma abstracta de representación. El retrato – silueta no exige ningún estudio especial de dibujo.

   La invención de la silueta provocó el nacimiento de una nueva técnica, popular en Francia, conocida bajo el nombre de fisionotrazo.

   El fisionotrazo se basaba en el principio tan conocido del pantógrafo. Se trataba de un sistema de paralelogramos articulados susceptibles de desplazarse por un plano horizontal.

   El único valor del retrato mediante fisionotrazo reside en su carácter  documental.

   Todos los retratos poseen una expresión similar: rígida, esquemática y chata.

    El fisionotrazo no tiene nada que ver con el descubrimiento técnico de la fotografía. Sin embargo, se le puede considerar como su precursor ideológico.

 

La fotografía bajo la Monarquía de Julio.

   Fueron los elementos de esas capas de la  burguesía media que encontraron en la fotografía el nuevo medio de autorrepresentación conforme a sus condiciones económicas e ideológicas. Su situación social determinaría, años más tarde, el cariz y la evolución de la fotografía.

   La fotografía, en un principio se vio adoptada por la clase social dominante, la que tenía en sus manos el poder verdadero. Poco a poco, fue descendiendo a las capas más profundas de la media y pequeña burguesía, a medida que se incrementaba la importancia de esas formaciones sociales.

   Francois Arago fue el primero en reconocer la extraordinaria importancia que con el tiempo habría de cobrar la fotografía en las ciencias, en las artes y aún en otros dominios.

   En 1824, Nicéphore Niépce inventó la fotografía.

   No había manera de interesar a los comerciantes. Los posibles socios no querían arriesgar su fortuna por un invento que aún les parecía poco digno de confianza, pues las primeras pruebas fotográficas no permitían apreciar su valor. Había que sostener la placa metálica a contraluz para poder distinguir en ella alguna imagen.

   A finales del primer tercio de siglo, sabios se interesaron por la fotografía.

   Tan pronto la fotografía fue del dominio público, surgieron inventores que reclamaban el mérito de la invención.

   El nuevo invento había despertado la atención y el interés de casi todos los medios sociales; sin embargo, su imperfección técnica y los extraordinarios gastos que requería en sus principios sólo la hacían accesible, de momento, a la burguesía acomodada.

   La cámara oscura no producía nunca más de una imagen.

   El interés del público por la fotografía y la importancia económica que se le reconoció  desde un principio, favorecieron los esfuerzos tendentes a mejorar una técnica hasta el punto que, años más tarde, se lograría una disminución en el precio de los aparatos y de todos sus accesorios.

  1839 año de la invención de la fotografía.

   Poco a poco, fue desapareciendo la daguerrotipia y, simultáneamente, comenzaba la historia de la fotografía propiamente dicha.

  

Los primeros fotógrafos. 

   En los primeros tiempos del retrato fotográfico, se pone de manifiesto un hecho de extraordinario interés. La fotografía, en el mismo umbral de su desarrollo, cuando aún poseía una técnica muy primitiva, goza de un acabado artístico excepcional.

   Esos primeros fotógrafos no tenían ninguna pretensión de hacer arte, trabajaban con la mayor frecuencia para sí mismos y sólo un restringido círculo de amigos conocían sus obras.

   Muchos de estos primeros fotógrafos salían de un ambiente que suele conocerse bajo el nombre de bohemia.

   Todo tipo de talentos regulares y mediocres que, en su mayoría, no habían podido abrirse paso, se inclinaron hacia el nuevo oficio que les prometía una subsistencia mejor.

   El retrato fotográfico seguía desarrollándose según dos-direcciones opuestas que, examinadas desde un punto de vista estético, representaban una un ascenso y la otra un declive.

   Uno de los fotógrafos más distinguidos de esa época fue el dibujante, caricaturista, escritor y aeronauta Félix Tournachon Nadar que abrió un taller fotográfico.

   Alrededor del año 1843, cuatro años después que  la fotografía pasara al dominio público, apareció por primera vez en París una clase de proletarios intelectuales: la bohemia.

   Nadar fue el primero en descubrir el rostro humano a través del aparato fotográfico. El éxito del retrato aun dependía en gran parte del esfuerzo del modelo.

   Los retratos de Nadar son representativos del estilo de la primera época. Sus obras, junto con las de cierto número de otros fotógrafos que trabajaban al mismo tiempo que él y en las mismas condiciones, como Carjat, Robinson, Le Gray, etc., pueden reivindicar para sí un valor artístico.

   Si el destino de Nadar resume la evolución de los artistas fotógrafos de su tiempo, la vida del pintor Le Gray ilustra así mismo el final. Gustave Le Gray, era alumno del tío Picot, cuyo taller gozaba de cierta fama bajo la monarquía de Julio.

   Le Gray abandonó la pintura para convertirse en fotógrafo.

   En esa primera época de la fotografía hay que añadir el nombre de David Octavius Hill, quien consiguió obtener en Inglaterra unas imágenes fotográficas de una belleza tal que, en varios aspectos, todavía no se ha visto superada.

   El procedimiento fotográfico que se conocía en Inglaterra era la colotipia, inventada por el sabio Fox Talbot hacía la misma época que la daguerrotipia.

   Los artistas fotógrafos cedieron su sitio a los fotógrafos de oficio o se convirtieron ellos mismos en profesionales para quienes el tema de las ganancias prevalecía por encima del de la calidad.

 

La fotografía bajo el Segundo Imperio. 

   La tarea principal de la fotografía consistía en satisfacer ese afán de representación.

   La fotografía no había trascendido más que a un círculo limitado y únicamente a la élite de sabios y artistas.

   La primera sociedad fotográfica fue la “Société Héliografhique”, fundada en 1851.

   El aparato fotográfico había democratizado el retrato de manera definitiva.

   El valor del fotógrafo Disderi como hombre de negocios residía en el hecho de que adaptaba su producción, no sólo a la situación económica de la clientela, sino también a sus condiciones intelectuales.

   El retoque fue un factor decisivo en el desarrollo ulterior de la fotografía.

   El fotógrafo que juzgaba la estética de su arte con relación a la de la pintura, creía ser pintoresco cuando, a base de retoques, creaba figuras lisas y sin sombras.

   Las cualidades de una buena fotografía con ayuda del siguiente programa: fisonomía agradable, nitidez general, las sombras, las medias tintas y los claros bien pronunciados, estos últimos brillantes, proporciones naturales, detalles en los oscuros y ¡belleza!

   La fotografía ya no se limita a un valor de documento: se ha vuelto simbólico de la democracia.

   Será verdaderamente un buen fotógrafo quien, con su aparato, al igual que el pintor con su pincel, sepa reflejar  la grandeza del burgués vestido de oscuro.


Los movimientos y la actitud de los artistas de la época con respecto a la fotografía. 

   Es evidente que la fotografía, durante el siglos XIX, no hubiese llamado tanto la atención en los medios artísticos si la influencia de las transformaciones sociales no hubiese revelado nuevas tendencias en el arte. El movimiento social, salido de la revolución de 1848, tuvo así mismo una influencia en la producción artística.

   Para el fotógrafo, la realidad de la naturaleza es exactamente la realidad óptica de la imagen.

   Por su relación con el movimiento realista o naturalista el valor y la influencia de la fotografía en el arte sufrieron violentas discusiones.

   La fotografía predestina el arte a nuevos progresos, y conectando de nuevo  al artista con la naturaleza, lo aproxima a una fuente de inspiración cuya fecundidad es infinita.

  No cabe duda de que la fotografía es para la pintura un auxiliar útil; a veces se ve manejada con gusto por personas cultivadas e inteligentes, pero al fin y al cabo, no tiene la intención de compararse con la pintura.

   El gran boga del retrato fotográfico explotado en su mayoría por gentes que sólo buscan enriquecerse lo antes posible, consolidaba grandemente la mala reputación de la fotografía en el mundo artístico.

   La fotografía le procuraba a Baudelaire un modo de criticar a un tiempo la decadencia del gusto y las masas.

    Delacroix consideró la fotografía como un auxiliar muy precioso que podría completar la enseñanza del dibujo.




Expansión y decadencia del oficio de fotógrafo (1870-1941). 

   Casi todos los artistas le negaron a la fotografía la dignidad de obra de arte.    La fotografía se relacionaba con el arte y no con la industria, esa manera de ver las cosas les concedía un mayor crédito entre el público.

   Esas primeras fotografías de desnudo que, por orden judicial, quearon relegadas a la categoría  de escándalo público y contra las que la voz muy respetada del fiscal pronunció reprensiones vituperantes, harán sonreír a nuestros contemporáneos.

   El retrato de retratista fotógrafo cobró un gran impulso en las últimas décadas del siglo XIX.

   La fotografía se caracteriza esencialmente por su técnica de reproducción mecánica.

   La fotografía aficionada adquiere un gran impulso.

   Con la simplificación de los procedimientos que permitía que cada individuo se ejerciera fácilmente en ese terreno, la fotografía acabaría perdiendo su prestigio.

   Paralelamente a esa evolución se consumó la decadencia artística del retrato fotográfico. Hacia 1900 su decadencia resultaba cada vez más evidente.

   

  

  

 

  

 

 

 

Foto del cerebro

Foto del cerebro

Mapa de la imagen

Mapa de la imagen

dibujo Un señor muy viejo...

dibujo Un señor muy viejo...

Un señor muy viejo...

Un señor muy viejo...

La increible y triste...

La increible y triste...